1. Somos cada vez más ciudadan@s, colectivos y redes comunitarias diversas de Sevilla y áreas metropolitanas, al igual que ocurre en otras ciudades y pueblos del mundo, quienes estamos tomando conciencia de que la crisis a la que nos enfrentamos no es sólo económica y financiera, sino que es una crisis sistémica y global, donde convergen también otras crisis como la energética, climática, ecológica, social, política y cultural.
2. Vivimos una crisis de los cuidados sobre las personas y la naturaleza que no tiene solución dentro del propio sistema que la creó. Constatamos que el crecimiento económico continuo promovido por las instituciones financieras, económicas y políticas ha superado todos los límites razonables y nos conduce al colapso social y ecológico, amenazando la superviviencia misma de la especie humana durante el presente siglo.
3. Décadas de crecimiento económico de un sistema productivista y consumista a la conquista del mundo no se han traducido ni en mayores índices de bienestar ni de felicidad, sino al contrario, en un aumento de las desigualdades sociales y un colosal impacto sobre la naturaleza sin precedentes históricos.
4. Comprobamos que este crecimiento económico infinito en un mundo finito es un imposible, pero además es también indeseable, pues se basa en la explotación humana y de la naturaleza. Somos conscientes de que se acabó “la fiesta” de la “energía barata” y de que pretender mantener la sociedad de consumo y la globalización nos conduce a un callejón sin salida. Nuestra apuesta es realizar una transición individual y colectiva para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
5. Por todo ello, consideramos que hay que salir de la lógica del trabajar más para producir más, ganar más y consumir más, en un contexto social individualista y competitivo, lo cual es un absurdo alienante que, además de insostenible, genera frustración y exclusión social.
6. Nosotr@s apostamos por redistribuir el trabajo para trabjar tod@s, para producir lo necesario y para cuidar más y disfrutar más, en un contexto social donde prime la confianza, el apoyo mutuo y la solidaridad.
7. Ponemos en valor el papel de los cuidados por su contribución al sustento de la vida, de la salud de las comunidades humanas y de los ecosistemas, generalmente asumidos por las mujeres y, como ecofeministas, sentimos la necesidad de hacer realidad alternativas viables al modelo desarrollista y patriarcal.
8. Partimos del cambio personal, de nuestra forma de pensar y actuar, y apostamos por la participación en la comunidad local, para promover nuevos modos de vida, organización social, política y económica que nos ayuden a realizar la transición hacia una Sevilla más inclusiva, participativa, justa y ecológica.
9. Participamos de un cambio de actitud y valores entre la ciudadanía: para pasar de la competencia a la cooperación, del egoísmo al altruismo, de las relaciones materiales a las sociales, del consumismo al ocio creativo, del individualismo al apoyo mutuo y los cuidados, y donde lo cercano, lo local, prime sobre lo globalizado.
10. Proponemos situar la VIDA en el centro y devolver a la economía su sentido de reciprocidad y redistribución para pasar del consumo por el consumo y el empleo alienante a una ciudadanía responsable que teje comunidades convivenciales, autónomas y que optimiza sus recursos.
11. Nos sumergimos en la Revolución de lo cotidiano. Transformar supone un esfuerzo, pero no estamos sol@s, ya existen en nuestra ciudad muchas iniciativas culturales, sociales y económicas comprometidas con este cambio radical de valores y formas de participar.
12. Actuamos de forma comunitaria para relocalizar la economía y los centros de decisión, generando poder en la comunidad, para ser el cambio que queremos ver en el mundo.